Aún recuerdo ese momento en el que te vi por primera vez...te veías tan bello como el sol y tan radiante como un sueño; pero tu no me miraste. Te fuiste y te seguí con la mirada, hasta que tu cuerpo de desvaneció y me quede sola con tu recuerdo...
Te busqué y no logré encontrarte, a lo lejos te miré una vez más...tu cuerpo deslumbrante junto al mar y mis pies se quedaron sin poder andar, me detuve y te vi brillar. A punto de avanzar te diste vuelta y sin mirarme me rozaste el alma...esa noche salí a cenar y ahí estabas tú, está vez me miraste y se detuvo el tiempo un momento, tus ojos brillaban, me hablaban, me ataban a ti. Me asignaron en una mesa frente a ti; no podíamos dejar de mirarnos, me levanté para observar el bufet y al regreso podía observar tu sonrisa, esa forma tan dulce de hablar y esa educación tan letal...me observabas, te miraba, sonreías, te buscaba, me encontrabas...era un juego sin palabras, simplemente un juego de miradas que jugaba el alma. Te fuiste y me dijiste adiós con tu sonrisa...Un día antes de partir; cuando me miraste, fue cuando todo se derrumbó...mi corazón soñó y después murió...yo tenía que partir. El día llegó, mi alma se sentía morir; prefería no volverte a ver, prefería simplemente olvidar, mas al levantar el rostro estabas tú, ahí frente a mí, con maletas en las manos, mirándome, suplicando...Sin haber cruzado palabra nos sentimos tan atraídos, nos sentíamos tan impotentes. A punto de partir, nos dijimos adiós con la mirada, y hasta nunca con el alma...
Me di la vuelta y lo dejé atrás...sin saber su nombre, sin haber conocido su amor...
GiiniiZz!!!***
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